Durante 2013 y 2014, diferentes iniciativas pusieron en cuestión un principio consolidado en los años de democracia: la separación tajante entre las esferas de seguridad interior y defensa nacional. A partir de las intervenciones punitivistas y de la política de “mano dura” en las discusiones sobre seguridad, estos años han estado marcados por los embates contra el “principio de demarcación”, unas de las bases de la reconstrucción del sistema democrático argentino.
En este capítulo analizamos el principio de demarcación en tres niveles: cómo se lo asumió en la Argentina democrática a partir de un acuerdo político mayoritario en favor de la no intervención castrense en los asuntos de seguridad interior, las medidas y los debates que cuestionan ese límite y las tendencias regionales con sus objetivos y resultados negativos.