Debido a la gravedad de la situación, en el Informe Anual anterior incluimos un capítulo dedicado al alarmante crecimiento de la pobreza durante el año 1999. Allí destacamos “la profundización del empobrecimiento por ingresos de los que ya padecían la pobreza estructural y la expansión de la pobreza sobre otras franjas de la sociedad que la sufrían: la clase media y media-baja”. Frente a la urgencia del problema, las respuestas se hicieron esperar. Las cifras de la pobreza dadas a conocer durante el año 2000 son elocuentes respecto de la ineficiencia de la gestión en materia social. En este capítulo daremos cuenta de las acciones encaradas por el Gobierno Nacional para abordar esta situación.
Durante el año 2000, las medidas sociales implementadas se han caracterizado por su manifiesta ineficiencia para reducir los niveles de pobreza. En todo ese año, el Gobierno Nacional no consiguió conformar un discurso y una política coherente y sistemática en esta materia, sino que por el contrario, se vio sumergido en constantes cavilaciones que tuvieron como producto final la total ausencia de una política efectiva que al menos tendiera a aliviar la situación de aquellos sectores de la población más castigados por la política económica en curso.