En este capítulo se caracterizan y evalúan los principales programas sociales que desarrolló el Estado argentino en el contexto de desempleo y pobreza posterior a la crisis del 2001.
En primer lugar, puntualiza las variables socioeconómicas que permiten contextualizar el análisis de los principales programas sociales implementados por el gobierno nacional.
Luego se describen los programas más relevantes del período: el Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados, y los programas Adulto Mayor Más, Familias por la inclusión social y Manos a la obra.
A partir de esta información, se ponen en discusión una serie de dimensiones acerca del tipo de integración social que ofreció el Estado a través de estos programas. Se concluye que el Estado se encontraba en este período ante un reto: por un lado, debía garantizar la vigencia de los derechos sociales y, por el otro, necesitaba efectuar un rediseño institucional que permitiera superar la lógica asistencial en relación con los restantes actores sociales.