El presente Informe presenta un balance de la situación de los derechos humanos en 2008. En este sentido, manifiesta preocupación por cuestiones como la lentitud de los procesos de justicia por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura y la adopción de medidas regresivas en materia de seguridad ciudadana. También analiza el contexto y las implicancias de la intervención del INDEC, y la gravedad de la manipulación estadística, que impide conocer la cantidad de personas afectadas por problemas de ingresos, información imprescindible para la elaboración de políticas públicas.
Se afirma que las regresiones políticas a institucionales ocurridas durante el año obligan a repensar las formas de construcción de un Estado fuerte y protector de los derechos humanos. En este sentido, es necesario que los tres poderes del Estado se involucren no solamente para preservar los logros obtenidos en cuanto al juzgamiento por crímenes de lesa humanidad, sino también para avanzar sobre los problemas críticos de derechos humanos en democracia.