La asunción de un nuevo gobierno constitucional en 2003 marcó un punto de inflexión y determinó un nuevo escenario político propicio para reflexionar sobre las causas de la crisis que se desató en diciembre 2001 y debatir sobre el futuro de la democracia argentina.
La velocidad con que se sucedieron los hechos y la complejidad de los temas investigados en este Informe nos obligaron a examinar más detenidamente la dinámica y secuencia de los procesos durante todo el período de transición política que va desde la caída del gobierno de De la Rúa hasta la finalización del proceso electoral en 2003. Por esta razón y con el fin de aportar más claridad a la discusión pública, decidimos abarcar los años 2002 y 2003.
En este Informe se trata la situación de los derechos humanos en el período mencionado. Se afirma que el descalabro político e institucional que vivió el país demandó un intenso compromiso de acción destinado a impulsar alternativas transformadoras, capaces de restituir el valor y la legitimidad social de una democracia endeble. En este contexto, el debate sobre la reforma política se tornó impostergable y contó con un escenario propicio para su desarrollo.