Este capítulo consta de dos partes. La primera hace referencia a la reactivación económica, el trabajo y los nuevos conflictos, al mismo tiempo que remarca la necesidad de que se piensen conjunta e integralmente las políticas sociales, las asistenciales y las laborales, en el marco de un proyecto productivo que deje de lado anteriores patrones, centrados en la valorización financiera. De esta forma, se analizan las falencias de políticas sociales que revisten un mayor acercamiento a la problemática del trabajo. Se denuncia que muchas de esas políticas resultan meras extensiones de las lógicas focalistas y asistenciales que han dominado la respuesta del Estado a la exclusión, pobreza e indigencia desde finales de los noventa. Se afirma que la poca centralidad en la agenda pública de estas problemáticas revela que siguen sin ser contempladas seriamente.
La segunda parte, por otro lado, se enfoca en la disputa por el espacio público, donde se subraya que las políticas desplegadas reducen, a través del discurso sobre la seguridad, cuestiones sociales complejas a una cuestión de “orden público” o en la vía pública. En esta sección se hace referencia a su vez a episodios de violencia y la reacción estatal como el caso Carina Sauco y el juicio por las muertes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, entre otros.