El sistema carcelario, con su proclamada decadencia y su permanente estado de crisis, sigue siendo en las postrimerías del siglo XX una cuestión problemática y compleja, y constituye por sobre todas las cosas un terreno muy propicio para la violencia y la arbitrariedad, la violación de las garantías constitucionales y el avasallamiento sistemático de los derechos humanos de los presos, en un contexto institucional cerrado que permanece oculto para la sociedad en general. Abordarlo desde esta perspectiva también es hacer memoria.
La situación de los presos es mala, por definición, en todos los sistemas carcelarios los presos de las cárceles argentinas viven hoy en un contexto caracterizado por la superpoblación y el hacinamiento, serias deficiencias edilicias, sanitarias y alimenticias, y el padecimiento habitual de castigos y malos tratos. Estos problemas son denunciados por los propios internos y sus familiares, y por las organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos, pero también por algunos organismos oficiales y funcionarios del gobierno. Esta breve exposición sobre el tema tiene como objetivo central introducir los principales hechos y problemas referidos al sistema carcelario argentino producidos durante el año 1994.