En 2004 se redujo la cantidad de personas muertas en hechos de violencia con participación de las policías Federal y Bonaerense.
En la primera parte de este capítulo, se ofrece un análisis cuantitativo de hechos de violencia con participación policial en el que se hace evidente que la variable determinante en la reducción de las víctimas fatales -tanto civiles como policiales- se relacionó con una serie de medidas tomadas para desarticular la actividad ilegal de los desarmaderos de automotores. Se reflexiona también acerca de las razones por las que esta estrategia, eficaz para la protección de la vida y el control de la policía y de redes de ilegalidad, fue lanzada y presentada como contrapuesta a la protección de los derechos humanos. Asimismo, se da cuenta de la continuidad de ciertas prácticas policiales violentas.
En la segunda parte, se analizan casos específicos en los que las fuerzas policiales y de seguridad llevaron a cabo prácticas abusivas, entre ellos, las ejecuciones de Lisandro Barrau, Cristian Bogado y Daniel Pérez por parte de funcionarios de las policías Federal y Bonaerense.