La implementación efectiva de los derechos humanos continúa siendo una promesa por cumplir en muchas de las democracias latinoamericanas. En relación con esta temática, este artículo trata una serie de puntos de contacto entre Argentina y Brasil.
Entre otras cuestiones, se da cuenta de la problemática actitud de la población en relación con la democracia, la violencia institucional y la falta de acceso a la justicia. Se señala, por lo tanto, que a pesar los cambios de sistema político, ambos países han continuado enfrentando obstáculos para la protección y promoción de los derechos. Esto implica una serie de desafíos para las organizaciones y las fuerza a encontrar nuevas formas de conceptualizar los derechos humanos y definir nuevas estrategias. Se indica la importancia que ha tenido el CELS en Argentina y, desde hace menos años, el Núcleo de Estudo da Violência (NEV), en Brasil. Se plantea que estas instituciones han demostrado que es posible desarrollar proyectos innovadores que han contribuido al debate en la sociedad sobre las políticas públicas y a la influencia sobre el contenido de estas. Se indica también la contribución que estos organismos hicieron para la dinamización del sistema de protección de los derechos humanos en América Latina.