La cruzada internacional libertaria

Columna publicada en la edición de septiembre de Posdata, el boletín mensual del CELS.

La política exterior del gobierno se está consolidando como un frente principal de la “batalla cultural” libertaria. No se trata solo de símbolos o de un cambio de léxico, sino de un reposicionamiento oficial en los foros internacionales que tiene consecuencias en la política de derechos humanos y aleja al país de sus posiciones históricas. Los aportes a la construcción de una infraestructura internacional de derechos humanos le valió a la Argentina un lugar de liderazgo internacional que empieza a resquebrajarse. Así, como parte de una cruzada global de ultraderecha, el gobierno de Milei opera sobre la crisis que atraviesa a toda la institucionalidad internacional de derechos humanos, confrontada también por un mundo cada vez más multipolar.

El presidente Javier Milei modificó el criterio respecto a los conflictos bélicos y comenzó a debilitar el tradicional compromiso humanitario de la Argentina. A dos días de asumir, se abstuvo de votar por un cese del fuego entre Israel y Palestina y desde entonces propone un hiperoccidentalismo inédito. El rechazo a las decisiones de la Corte Penal Internacional, cuya creación fue promovida por nuestro país, es otro mojón en este preocupante cambio de posición.

Al mismo tiempo, en los foros internacionales el gobierno argentino se opone a rendir cuentas por los compromisos asumidos y sostiene, por ejemplo, una explícita postura en contra del aborto y los derechos reproductivos. Hasta tal punto llega su desprecio por la agenda de la igualdad de género que se negó a que se mencionara la violencia sexual que sufren las mujeres de Haití en una resolución de la OEA. Para dar la batalla cultural el gobierno reestructuró la Cancillería y nombró al libertario Nahuel Sotelo como secretario de Culto y Civilización de quien pasó a depender la política exterior en derechos humanos. Como una de sus primeras acciones propuso que Agustín Laje represente a la Argentina en el Consejo Permanente de la OEA. “Se termina la hegemonía de la izquierda en los grandes púlpitos de organismos internacionales” anunció Sotelo por X.

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