En la década pasada, el campo de las políticas para la protección de la infancia experimentó diferentes transformaciones en la Argentina. Por un lado, se instrumentaron dispositivos institucionales específicos a fin de rediseñar las medidas judiciales y administrativas que tradicionalmente tuvieron a niños y niñas como destinatarios. Por otro, se han implementado nuevas políticas sociales que apuntaron a combatir la pobreza infantil y la vulnerabilidad de los hogares. Estos cambios, reflejados en la sanción en 2005 de la Ley 26.061 de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y en la instrumentación desde 2009 de la Asignación Universal por Hijo, han estado asociados a la expansión del lenguaje de derechos, a su centralidad en la agenda de la protección social y a la resignificación de la “interpretación fundacional” de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN).
En estos procesos, distintos actores disputaron y dirimieron los sentidos de la “protección de la infancia”, los alcances de los derechos reconocidos a los niños y las niñas, y propiciaron la creación de procedimientos y arreglos específicos para dar concreción a los enunciados contenidos en los instrumentos jurídicos y en las políticas de protección social.
El presente libro aborda estas transformaciones en distintos contextos locales (municipios y provincias) a la luz de problemas específicos, como el rediseño de circuitos de intervención y la instalación de autoridades de infancia, los conflictos entre actores en el campo, las redefiniciones institucionales y las tensiones morales que modelan las prácticas. Ello a partir de la indagación en ámbitos particulares, tales como los consejos locales de niñez y organismos de protección de derechos, y en torno a diferentes áreas de políticas, como los programas de acogimiento familiar o programas para jóvenes en conflicto con la ley, entre otros.