Se cumplieron seis meses del inicio del gobierno de Javier Milei. En su segundo trimestre de gestión, muchas de las políticas de recorte se profundizaron y otras más ya fueron anunciadas. La subejecución y el vaciamiento de los programas implican el retiro del Estado para quienes más lo necesitan; impacta en el nivel de vida.
En este segundo informe de La cocina de los cuidados se describe el avance del recorte en políticas de cuidado y sus consecuencias en las distintas poblaciones del cuidado. Estas son algunas de las conclusiones del monitoreo:
-De 47 políticas de cuidados relevadas, el gobierno argentino en 6 meses de gestión derogó o desmanteló 24 políticas, otras 16 están en peligro y sólo 7 se mantienen vigentes.
-Además, en el segundo trimestre se cristalizó una tendencia: el gobierno deja en pie sólo las políticas de transferencia de ingresos directa a las personas. Aunque estas políticas son necesarias, por sí solas no resuelven la integralidad ni la multicausalidad de las problemáticas, no mitigan los efectos de la recesión en el mundo laboral y no alcanzan para rebatir los efectos del retiro del Estado -y su apoyo a las organizaciones- en los territorios.
-El retiro territorial del Estado se materializa en el cierre de sus representaciones federales: desde la falta de entrega de alimentos a las organizaciones hasta el cierre de los Centros de Desarrollo Territorial (Ministerio de Capital Humano), los Centros de Acceso a la Justicia (Ministerio de Justicia), las delegaciones del programa Acercar Derechos (Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género), las delegaciones provinciales de ANDIS y PAMI, los equipos del plan ENIA, entre otros.
-En cuanto a las mujeres y personas LGBTIQ+, su presente está marcado por más tareas de cuidados a cargo, menos trabajo formal y menos red frente a la violencia. Con el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y la propuesta de desandar la moratoria en la Ley Bases, el gobierno instaló un clima de negación de las probadas desigualdades sociales en razón del género de las personas.
Las organizaciones sociales y de la sociedad civil, con su trabajo territorial y sus acciones de visibilización y denuncia, están liderando la respuesta al desarme de las políticas de cuidados.
La cocina de los cuidados se puso en funcionamiento en marzo de 2024 como un espacio intersectorial y transversal de seguimiento y producción de información sobre las medidas del gobierno en el campo de los cuidados. Está integrada por representantes de organizaciones sociales y de derechos humanos, sindicatos, iglesias, la academia, funcionarias y legisladoras de distintas fuerzas políticas.
Cada tres meses, La cocina elabora el Monitor, una base de información dinámica y colaborativa que registra y sistematiza el impacto de los cambios en las principales políticas que se habían logrado para avanzar hacia una organización social de los cuidados más justa e igualitaria.
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