Si los grandes marcos normativos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución Nacional son, en teoría, plenamente aplicables a todas las personas, y dentro de ellas a las personas con discapacidad, entonces: ¿por qué habría de ser necesaria la creación de nuevas leyes y tratados internacionales que se expresen sobre la importancia de sus derechos fundamentales?
La experiencia demostró que, ante la ausencia de instrumentos que defiendan específicamente sus derechos, estas personas quedaron sujetas a la invisibilidad en la sociedad y en situaciones de profunda desigualdad frente al resto de la población. En el caso de personas con discapacidad psicosocial fue necesario tener normativas explícitas y claras para no caer en la vulneración por omisión.
El proceso no estuvo libre de obstáculos, retrocesos y amenazas. Al mismo tiempo, incluso cuando implican avances en una misma dirección, no todas las normas vigentes se encuentran siempre en perfecta armonía.
Este documento aborda la evolución del marco normativo sobre discapacidad psicosocial como una forma de comprensión de la normativa vigente, centrada en la capacidad jurídica como un derecho humano.