En la Argentina contemporánea, colectivos de víctimas se organizan y movilizan por causas de violencia policial, reclamos de derechos humanos, inseguridad, femicidios; en casos resonantes como Cromañón, Once, también en episodios trágicos ligados a incidentes viales como el del Colegio Ecos o la explosión y derrumbe por fuga de gas de Calle Salta, o incluso a raíz de las consecuencias de catástrofes como las inundaciones.
Este libro presenta los resultados de una investigación colectiva en la que hemos buscado explorar con detenimiento, y a través de diferentes tipos de casos, las diversas formas en que víctimas y familiares se han afirmado como actores legítimos y principales portavoces de demandas de justicia ante sucesos diversos y se han organizado; así como sobre las distintas estrategias y recursos que han puesto en juego con el objeto de tornar públicos y justiciables tales hechos.
Ya desbordando esa matriz originaria nacional −la de las luchas en defensa de derechos humanos− estas figuras continúan hoy, tanto en la política nacional como en la escena local, presentando una centralidad ineludible. Su estudio contribuirá a entender las especificidades en que se da ese cruce entre la movilización y el derecho que encontramos en las demandas de justicia y las protestas contemporáneas.