Apenas asumió la presidencia, Javier Milei puso en marcha un plan de ajuste brutal orientado por un solo objetivo: lograr el superávit fiscal, sin importar a qué costo. El resultado es una caída de la actividad económica, aumento del desempleo y la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos. Esta situación de deterioro generalizado también impactó en la posibilidad de alimentarse bien.
Este informe analiza las decisiones del gobierno que hicieron que sea cada vez más difícil acceder a la comida. Busca brindar información que muestre la problemática alimentaria de manera integral, mirando casi la totalidad de la cadena del alimento con el objetivo de examinar el desmantelamiento de políticas, organismos y leyes que afectaron de forma directa o indirecta la producción de alimentos. Identifica tres tendencias generales: el refuerzo en la concentración del sistema agroalimentario argentino, la eliminación de toda política de apoyo a la Agricultura Familiar Campesina Indigena (ACFI) y el abandono del Estado en la asistencia alimentaria.
Quienes producen alimentos sanos y quienes trabajan en espacios comunitarios de distribución de alimentos enfrentan cada vez más obstáculos para hacer su trabajo. Los consumidores y consumidoras están más desprotegidos frente a un mercado concentrado y voraz. Quienes no tienen ingresos suficientes para comprar su comida de todos los días, encuentran una oferta debilitada en los espacios comunitarios.
Algunos datos que se desprenden del informe:
– De noviembre de 2023 a julio de 2024, se desmantelaron 111 políticas públicas relacionadas con la producción, consumo y acceso a los alimentos.
– El consumo de alimentos se redujo, en promedio, un 16% en supermercados y un 11% en autoservicios mayoristas.
– El costo de preparar un guiso aumentó un 151%.
– Con el Salario Mínimo Vital y Móvil o una jubilación mínima en julio, es posible preparar un 27% menos de porciones de guiso. Tomar una taza de mate cocido con leche y pan implica un incremento del 147% en el gasto; solo la leche en polvo aumentó un 166% en el mismo período.
– Mientras tanto, las empresas alimentarias incrementaron sus ganancias en un 1.300% y el complejo exportador de granos un 4.900%.