En junio de 2010, cientos de miles de canadienses salieron a las calles de Toronto para manifestarse pacíficamente en contra de la Cumbre del G-20. El sábado a la noche previo a la Cumbre, un alto comandante de la Policía de Toronto emitió una orden: “Recuperen las calles”. Durante las 36 horas posteriores, más de 1.000 personas –manifestantes pacíficos, periodistas, observadores de derechos humanos y residentes del centro– fueron detenidos y encarcelados.
El título de esta publicación está inspirado en esa orden inicial. Se trata de un ejemplo emblemático de un alarmante patrón de conducta por parte de los gobiernos: la tendencia a transformar a las personas que ejercen un derecho democrático fundamental –como es el derecho a la protesta– en una amenaza que amerita una respuesta estatal contundente.
Los nueve casos detallados documentan situaciones de respuestas discriminatorias, restricciones legales innecesarias, criminalización de líderes y uso de la fuerza de manera injustificable, e incluso letal. Esta publicación intenta abordar algunos de los vacíos en el debate público sobre la responsabilidad del Estado hacia la protección del derecho de protesta y de asamblea.
Índice
1
Introducción
2
Estudios de caso
-ESTADOS UNIDOS: El uso de la fuerza contra manifestantes para reprimir la libertad de expresión en Puerto Rico
-ISRAEL: El caso de Bassem Tamimi
-CANADÁ: La Primavera del Arce y el silenciamiento de los estudiantes
-ARGENTINA: Represión y violencia policial en el Parque Indoamericano
-EGIPTO: Las protestas de Mohamed Mahmoud en noviembre de 2011
-HUNGRÍA: La Prohibición ilegal de la Marcha del Orgullo
-KENIA: Violencia policial en Kisumu luego de las elecciones presidenciales de 2013
-SUDÁFRICA: El Comité de la Sociedad Civil para la Conferencia sobre Cambio Climático
-REINO UNIDO: El uso de facultades antiterroristas contra manifestantes Promoción y protección de los derechos humanos en el contexto de la protesta social: Principales normas internacionales que regulan el uso de la fuerza por la policía