Los organismos de derechos humanos que se fundaron antes, durante y después de la última dictadura cívico-militar argentina nunca dejaron de acudir al poder judicial en la búsqueda de verdad y justicia. Aun cuando las posibilidades de exigir la protección de derechos dentro del orden constitucional quebrantado eran ínfimas, la naturaleza burocrática del poder judicial, llena de resquicios, dejaba espacios que estas agrupaciones decidieron utilizar. La figura del hábeas corpus, por ejemplo, serviría de insumo en el futuro para la búsqueda de justicia.
En un contexto generalizado de impunidad y convalidación judicial de los crímenes de la dictadura hubo prácticas que, por su descarnada crueldad, movilizaron una intensa respuesta social nacional e internacional, desde el primer momento. La desaparición y apropiación de bebés secuestrades juntos a sus madres/padres o nacides durante el cautiverio y tortura de sus madres, fue uno de los signos más terribles del régimen militar.
Esa coyuntura histórica nos permite situar la perspectiva desde la cual en los organismos de derechos humanos comenzaron a reflexionar sobre la importancia del trabajo pericial. Sobre este tema trata el presente trabajo, orientado hacia la lógica judicial que guía los procesos de verdad y justicia.