La profundización de la pobreza que transita la Argentina genera un escenario crítico en materia de salud, que puede compararse al de los años 2001 y 2002, cuando el país estaba sumergido en una grave crisis social. Como ocurrió en aquella época, las medidas adoptadas por el Gobierno impactan en los sectores históricamente vulnerados, y también en las clases medias con una larga tradición de consumo y acceso a servicios de medicina prepaga con prestaciones en materia de medicamentos y tratamientos, que se convirtieron ahora en bienes privativos.
Los aumentos en las prepagas incrementaron el pasaje de afiliados hacia el sistema de obras sociales y al sistema público de salud. Esto ocurre mientras que el sector público ya no tiene capacidad para atender más población de la que está atendiendo y que representa un 33% de la población.
Pacientes con discapacidad o con patologías crónicas no pueden renunciar a la prepaga porque si lo hacen encuentran enormes obstáculos para contratar un nuevo seguro médico.
En paralelo, se produjo un aumento desmedido en los precios de los medicamentos recetados, lo que implicó que miles de personas no pudieran continuar con sus tratamientos, entre ellos, los jubilados.
Estas y otras medidas que tomó el gobierno desde su asunción tienen consecuencias en el deterioro de la salud y provocan el empobrecimiento de las personas. De todo esto trata este informe sobre el primer semestre de 2024.