La desaparición de 120 uruguayos en territorio argentino es un capítulo elocuente sobre los verdaderos móviles de la represión. Práctica común a las dictaduras militares establecidas en América Latina durante las últimas décadas, la desaparición forzosa de personas fue un método cuya fundamentación doctrinaria puede encontrarse en la llamada teoría de la Seguridad Nacional, que todas ellas comparten. La decisión de hacer causa común con la dictadura cívico-militar uruguaya en la eliminación de opositores que habían buscado refugio -de acuerdo a preceptos constitucionales- junto a un pueblo hermano, y que no intervenían en la vida política argentina, demostraron la falsedad de los argumentos gubernamentales sobre la “guerra sucia” o la “salvación nacional”.