CELS
La guerra contra el narcotráfico
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La guerra contra el narcotráfico
El sistema judicial descarta gran parte de lo que le lleva la policía porque se trata de causas por consumo o porque la mala investigación policial provoca que ni siquiera se pueda iniciar un proceso judicial. La ausencia de pruebas firmes, los errores en los procedimientos y el armado de causas son algunas de las costumbres policiales en esta materia.
Miles de personas que ingresan al sistema penal no cometieron delitos. Sin embargo, y aunque las causas no avancen, quedan sujetas a las exigencias de los procesos burocráticos penales durante mucho tiempo y son estigmatizadas por tener una causa abierta.
José Luis Zurita Delgadillo fue detenido el 25 de agosto de 2018 mientras estaba comprando hojas de coca en estado natural para usarlas en la festividad de la Virgen de Urkupiña, una de las más importantes de la comunidad boliviana, a la que pertenece. La Policía de la Ciudad de Buenos Aires lo detuvo por presunta “guarda de materia prima destinada a la producción de estupefacientes”, aunque para la ley 23.737 “la tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural, destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como tenencia o consumo de estupefacientes”. A pesar de las numerosas presentaciones judiciales, el reclamo de la comunidad y el abordaje de los medios de comunicación, José Luis Zurita estuvo detenido preventivamente casi dos meses hasta que en octubre la Sala II de la Cámara Criminal y Correccional Federal ordenó la falta de mérito.
Fotografía: Claudio Santisteban
El sistema judicial está centralmente orientado a la persecución de los delitos de comercialización y tenencia de drogas, como puede verse en el aumento de la cantidad de causas de este tipo. Muy pocas de ellas son elevadas a juicio. El hecho de que las condenas sean, en general, por pocos años demuestra que se trata de delitos menores.
En los últimos años, la cantidad de causas iniciadas por drogas en la justicia federal se mantuvo estable, entre 20 mil y 24 mil causas anuales. Pero, aumentaron las causas que iniciaron los sistemas de justicia de las provincias que adhirieron a la ley de desfederalización 26.052. De acuerdo a esta norma, los sistemas judiciales provinciales asumen la persecución de los delitos menores de drogas: tenencia y venta al consumidor.
Por ejemplo, desde que en 2005 la provincia de Buenos Aires desfederalizó, las causas iniciadas aumentaron un 207%: en 2006 fueron iniciadas unas 14 mil causas; en 2017, más de 48 mil.
Causas iniciadas por infracción a la ley 23.737 en el poder judicial de la provincia de Buenos Aires. 2005-2016
Fuente: Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Buenos Aires
El trámite de las causas por drogas, como ocurre con los otros delitos, puede resolverse a través del archivo, la suspensión de juicio a prueba, el sobreseimiento de las o los imputados, el juicio abreviado o la elevación a juicio.
Los archivos, las suspensiones de juicio a prueba y los sobreseimientos ocurren cuando el poder judicial desestima la causa porque no hubo delito o por la precaria o nula investigación inicial. Una causa se resuelve por juicio abreviado cuando se trata de un delito con una pena menor de 6 años y el imputado reconoce que es culpable a cambio de una pena menor1. Este mecanismo sirve para acelerar el tiempo del proceso judicial, pero alienta prácticas policiales extorsivas.
Por otro lado, el sistema sigue atado a la lógica de la investigación de casos individuales en lugar de abordar dinámicas criminales, como las redes de tráfico o el reclutamiento.
En la justicia federal muy pocas de las causas iniciadas por infracción a la ley de drogas son elevadas a juicio. Entre 2010 y 2017, esto ocurrió con el 8% de las de causas ingresadas.
Causas iniciadas por infracción a la ley de drogas y causas elevadas a juicio en el fuero federal. Argentina, 2010-2017.
Fuente: Fiscalnet
Las estadísticas oficiales no distinguen los diversos delitos de drogas que llegan a ser condenados, pero esto puede inferirse de la duración de las penas impuestas.
Los montos muestran que la gran mayoría de las y los condenados por drogas cometieron delitos menores, que no involucraron armas ni agresiones violentas, y que se trató del primer delito que cometieron.
Aunque al fuero federal le corresponden los delitos más graves -como comercio, traslado y tráfico no destinado al consumidor-, en 2016 el 86% de las sentencias por drogas fueron por penas de cuatro años o menos, y 4 de cada 10 condenas fueron por delitos excarcelables.
Sentencias por delitos de drogas en los fueros federal y provincial. Argentina, 2016.
Fuente: elaboración propia en base a datos del RNR
Aunque al fuero federal le corresponden los delitos más graves -como comercio, traslado y tráfico no destinado al consumidor-, en 2016 el 86% de las sentencias por drogas fueron por penas de cuatro años o menos, y 4 de cada 10 condenas fueron por delitos excarcelables.
En el sistema judicial de la provincia de Buenos Aires, abocado a los delitos menores relacionados con las drogas, el 81% de las condenas son por cuatro años o menos. En los casos de comercialización, la tendencia es la misma.
Sentencias por comercialización según monto de condena en la justicia federal del país y provincial. Argentina, 2016.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del RNR. Incluye condenas de cumplimiento condicional.
Si se analizan los datos del SNEEP sobre la situación procesal de las personas privadas de su libertad por delitos de drogas, se observa que en 2017 el 65% de las y los condenados en primera instancia había recibido penas de hasta cuatro años.
El universo de personas condenadas por drogas, en su mayor parte por delitos con condenas bajas, es cada vez más numeroso.
Aumento de las personas condenadas por delitos de drogas. Argentina, 2002-2017.
Fuente: elaboración propia en base a datos del RNR
