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La guerra contra el narcotráfico
Todos los días, el Ministerio de Seguridad de la Nación informa sobre operativos policiales que concluyeron en incautaciones y detenciones. Las cantidades de unas y otras son difundidas como indicadores de éxito. Estas comunicaciones también presentan a los casos menores como resultado de acciones heroicas de las fuerzas de seguridad. En muchas ocasiones, los mensajes demonizan a las y los usuarios, cultivadores y pequeños vendedores a quienes sin diferenciación se los llama “narcos”.
El uso de las incautaciones y detenciones como indicadores de efectividad de las políticas de drogas es criticado por las y los especialistas, quienes señalan que es preciso analizar esos datos en conjunto con otros, como los de consumo, para dimensionar su impacto en el mercado de las drogas1. Estudios sobre los comportamientos de los mercados ilegales de drogas en Estados Unidos y Colombia muestran que encarcelar masivamente no disminuye el circulante de drogas ni el acceso a las sustancias. Por el contrario, en Estados Unidos mostraron que el precio de las drogas se redujo. Y en Colombia no se percibió una transformación del precio por el aumento de la población carcelaria. En Brasil, que tiene más de 130 mil personas presas por delitos de drogas, el encarcelamiento masivo tampoco derivó en una reducción del consumo. Según un informe de Unasur2, Argentina se encuentra entre los países con mayor prevalencia de vida de consumo de cocaína (luego de Uruguay, Chile y Venezuela).
Como muestran los datos de detenciones y encarcelamiento, la “guerra contra el narcotráfico” que tiene lugar en la Argentina se concentra en perseguir a personas cuya detención no incide en la desarticulación del negocio y las redes de ilegalidades que se propagan para su desarrollo.
Al mismo tiempo, la persecución policial a los usuarios no está generando una disminución en los niveles de consumo. A pesar de los años de políticas punitivas y aumento del encarcelamiento, la encuestas de Sedronar muestran que en entre 2008 y 2017 el consumo de drogas aumentó en todas las franjas etarias y para todas las sustancias3.